Tenía solo 9 años cuando Carmen llegó a mi vida. En ese momento, me gustaban las cosas asiáticas (todavía me siguen gustando), y Carmen tenía ascendencia japonesa (y rasgos japoneses, muy bonitos, hasta sabía algo de japonés), así que pensé que sería MUY agradable. PERO NO FUE ASÌ. Si leìa, me quitaba el libro, porque "me distraía". Si en el recreo me quedaba sola a leer, me decía que "buscara con quien jugar" (aunque estuviesen haciendo deportes, cosa que desde siempre me cansa mucho). Ahh pero si dentro del salón hacía mis estereotipias, me decía que "me veía rara" y que "aparentara ser màs normal". Si alguien se burlaba de mi, me decía que "me aguantara, así es la vida" No me dejaba participar en clase porque "mis opiniones eran exageradas" No me dejaba jugar con otros niños neurodivergentes porque "ya lo hacía en terapia" De vez en cuando me mostraba videos de gente "superando sus discapacidades...